STAR TREK III:THE SEARCH FOR SPOCK (EN BUSCA DE SPOCK)

La fecha de estreno de Star Trek III:The Search for Spock (En Busca de Spock) fue el 1 de junio de 1984.

La recaudación obtenida en Estados Unidos ascendió  a  76.471.046 millones de dólares con un presupuesto de 18 millones de dólares.

Un film en el cual el espectador que había visto los dos films anteriores, sufre realmente por el paradero de Spock, muerto al terminar la segunda parte. El realizador de la película no es otro que el propio Leonard “Spock” Nimoy.

La segunda película de la saga cinematográfica de Star Trek dejó interrogantes abiertos, preparando ya a los espectadores para encontrar las respuestas. Retomando el testigo dejado por su predecesora, En busca de Spock (1984), prosiguió con la difícil tarea de recuperar el  espíritu de la serie original.

Las valoraciones que se hicieron sobre esta tercera entrega fueron muy variadas, mucho recelo causó entre la crítica el hecho de que Leonard Nimoy, o lo que es casi lo mismo, Spock, se encargara de dirigir la película. Además el nuevo recorte presupuestario no benefició en absoluto a la cinta, que tuvo que recuperar algunas secuencias de efectos especiales previamente filmadas para los anteriores filmes, y repetir una vez más a nivel aclaratorio la conseguida secuencia del proyecto “Génesis”.

Star Trek III se inicia con un desfile de los  actores de siempre, quienes uno por uno, se lamentan por la pérdida de su amigo.

Kirk se encuentra en una posición más que discutible, pierde a su hijo, a su nave, e incluso es degradado mientras va en busca del fallecido Spock. Así, la película, se construye mediante una serie de flashbacks que van dando pistas sobre cuál puede ser la forma de conseguir que Spock vuelva al mundo de los vivos.

El complicado proceso, que mezcla todo tipo de teorías místicas, implica que “Bones” MCCoy, el siempre tan ocurrente como insoportable médico de la tripulación, sea quien lleve en su propio cuerpo el alma y las señas genéticas del vulcaniano.

Lo cierto es que la labor de Nimoy detrás de la cámara no fue todo lo mala que los críticos auguraban; y así, este polifacético hombre, que ha sido actor, cantante, compositor, escritor, fotógrafo y director de teatro, seguiría una solida carrera como realizador encargándose de una comedia de enredo de éxito, Tres hombres y un bebe, y El precio de la pasión, melodrama al servicio de Diane Keaton.

En esta película Kirk, McCoy , Chekov, Scotty, Sulu y Uhura, se enfrentan a mil peligros para salvar a Spock del abrazo definitivo de la muerte. Entre ellos, el malvado comandante klingon Kruge, está dispuesto a hacerse con el control de los secretos del recién nacido planeta de Génesis.

Spock, aparece más bien poco como es de suponer, dejando a su responsable, Nimoy, ocuparse de las labores de dirección con mayor atención.

Decía Nimoy en el estreno de esta película:

 “Mi vida con Spock, es como un idilio de pareja, al principio la pasión y luego la estabilidad con alguna que otra desilusión de por medio”.

Probablemente una de esas desilusiones fuera el resultado en taquilla de esta tercera entrega, de hecho proporcional a la inversión, y su paso casi inadvertido por las pantallas españolas.

La clave que desmantela Star Trek III:En busca de Spock es que posee aspecto de serie B. Los efectos especiales aparecen más o menos aceptables (olvidando las recuperaciones de viejas secuencias), los decorados y la fotografía, sombríos y granulosa respectivamente, son de una terrible fealdad. La gran ceremonia del tránsito de la vieja alma de Spock a su nuevo cuerpo, oficiada por Dame Judith Anderson (la inolvidable ama de llaves de Rebeca), y adornada con sacerdotisas de transparentes atuendos, resulta particularmente inaceptable. Star Trek III:En busca de Spock,con todo, tiene mucho de conmovedor.