STAR TREK:PATRICK STEWART DEFIENDE LA MUERTE ASISTIDA
El actor Patrick Stewart se ha unido a las voces que reclaman la muerte asistida después de que hace cinco años se le diagnosticara una enfermedad coronaria.
Patrick Stewart es conocido por haber representado el papel de uno de los grandes héroes de la ciencia ficción: el capitán Jean-Luc Picard en Star Trek:La Próxima Generación. Ahora ha anunciado públicamente su deseo de que se permita la muerte asistida.
En Reino Unido el debate sobre este tema vuelve a estar en el candelero, sobre todo después de que un periodista de la BBC, Ray Gosling, manifestase en un documental que había ayudado a morir a su amante porque tenía SIDA y no podía aguantar el dolor.
Ahora Stewart, oficial de la Orden del Imperio Británico, se une a la lucha de Gosling al entrar en Dignity in Dying, agrupación que defiende el suicidio asistido.
Stewart, a quien le fue diagnosticada una enfermedad coronaria hace seis años, ha añadido a su defensa que no tuvo elección «en el día de mi nacimiento, pero me gustaría elegir cómo poder morir».
estoy de acuerdo con sir patrick stewart,cuando ya no se puede hacer nada y el paciente esta con muerte cerebral por ejemplo lo mejor es desconectar la maquina.\\//
9 febrero, 2012 en 15:49
Patrick Stewart, además de ser un buen actor, es una mejor persona, y no tiene problemas en expresar su opinión sobre la muerte asistida…. lo que muchos pensamos que es el digno final para los enfermos terminales.
Larga vida y prosperidad para Sir Stewart.
Capitán Silverspock
9 febrero, 2012 en 17:05
SALUDOS Y EN MI CONDICION DE PARAMEDICO E VISTO PERSONAS QUE CUANDO YA NO TIENE ESPERANZAS Y LA CIENCIA MEDICA NO PUEDE HACER NADA POR CURARLO O AMINORAR SU DOLOR EN VERDAD SE VE COMO SUFREN EN SUS ULTIMOS MOMENTOS EN ESTA VIDA TERRENAL Y EN VERDAD ESTOY APOYANDO LA MUERTE ASISTIDA,ADEMAS NO LO VEO COMO SUICIDIO ASISTIDO SINO COMO UN ACTO DE PIEDAD.
9 febrero, 2012 en 20:39
Totalmente de acuerdo contigo Jose Alberto… es una opción para tener una muerte digna… de no sufrir… la voluntad del propio enfermo.
Gracias por comentar en el blog.
Un abrazo,
Capitan Silverspock
9 febrero, 2012 en 20:58